Las revisiones de los neumáticos en verano

¿Sabías que es muy importante revisar tus neumáticos en verano? Son los zapatos del automóvil y deben estar en condiciones óptimas en cualquier época del año para garantizar nuestra seguridad. Lo que ocurre es que en verano hacemos más desplazamientos en coche y mucho más largos. Eso, por un lado. Mientras que por el otro, suben las temperaturas hasta situaciones extremas y el rendimiento y las prestaciones de las ruedas deben ser otros.

¿Que le pasa a los neumáticos en verano?

Pues que se ve afectada su conservación y, como consecuencia, nuestra integridad. Y esto ocurre por varios motivos:

Aumenta la intensidad del uso: en verano nos apetece más salir, movernos. No nos da pereza hacer kilómetros para ir al campo o a la playa. Suelen ser más habituales las reuniones familiares o los encuentros con amigos. Los días se alargan y parece que tenemos más tiempo para rutas y excursiones. Hacemos un uso más intenso del coche y, por ende, de sus neumáticos.

Cambian las características de las carreteras: el termómetro sube y sube. En ocasiones, se superan y mucho los 40 grados ambientales y eso se refleja directamente en el asfalto. Hay firmes que, en determinadas situaciones, superan los 70 grados de temperatura y eso afecta directamente a los neumáticos.

Se requiere una mayor vigilancia y control: todo ello hace que se imprescindible intensificar el control de los neumáticos. Comprobar regularmente su estado para prevenir problemas de adhesión o reventones. En verano los neumáticos sufren más y debemos estar alerta.

Es decir, que si usamos el coche para desplazamientos más frecuentes o largos y nos movemos por lugares donde el calor aprieta, hay que tener en cuenta todos estos factores para garantizar el buen estado del los neumáticos en verano.

¿Qué factores debemos controlar en verano?

Para circular en buenas condiciones, hay que controlar varios aspectos que afectan directamente a los neumáticos en verano.

La temperatura: si vivimos en zonas de temperaturas extremas y nos desplazamos regularmente por carretera, es mejor incorporar al vehículo unos neumáticos especiales para el verano. Soportan bien el desgaste a partir de 25 grados y nos ofrecen mayor agarre y seguridad. No presentan elasticidad, se desgastan menos por la rodadura. Eso sí! Es imprescindible volver a cambiarlos en inviernos si circulamos en zonas donde se baja de los 7 grados.

La presión: de ella depende, en buena parte, el rendimiento de los neumáticos en verano. Como siempre, hay respetar los índices que indica el fabricante para nuestro vehículo, ya que en verano podemos vernos sometidos a un mayor consumo de gasolina, una menor agarre al firme y un desgaste muy rápido de las llantas.

El dibujo: como mínimo, la profundidad debe ser de 1’6 milímetros, según marca la ley. Unos neumáticos desgastados también son un problema en verano.

La sobrecarga en el vehículo: llega el verano y cargamos a tope el maletero. A veces ocupamos todas las plazas de pasajeros disponibles y, en muchos casos, nos vemos obligados a instalar una baca para llevar todavía más peso. Todo ello es muy habitual en verano, pero reduce mucho la seguridad del vehículo y somete a una presión extrema a los neumáticos.

¿Cómo son los llamados neumáticos de veranos?

Los neumáticos de verano se llaman así porque ofrecen mejores prestaciones para circular en época estival. En principio ofrecen las siguientes ventajas:

  • Mejor agarre, por lo que reducen el tiempo de frenado.
  • Mayor superficie de contacto, porque suelen ser un poco más anchos.
  • Facilita las maniobras, reduciendo el ruido y el consumo, porque ofrecen menos resistencia.

Pero, como todo en esta vida, también presentan inconvenientes. Por ejemplo, son inseguros en climas menos cálidos, con temperaturas inferiores a los 7 grados. No son adecuados para circular con hielo o nieve. Por todo ello, es aconsejable que vuelvas a cambiarlos en invierno.

Lo cierto es que los neumáticos son el único elemento que une al coche con la carretera. No tendría sentido caminar con chanclas por la nieve ni con botas de nieve por la playa, ¿verdad? Pues con los neumáticos pasa lo mismo. Es vital tener en cuenta el clima y las estaciones en nuestros desplazamientos y adecuarlos a cada situación.