Personalización de bicicletas

Los aficionados o profesionales de la bicicleta no se conforman con las marcas y modelos que el mercado pone a su alcance. Muchos de ellos son auténticos fanáticos de este deporte que miran y sopesan cada detalle, desde las ruedas, hasta el sillín, pasando por los frenos, la horquilla, los amortiguadores o el cambio de marchas. Evidentemente, las necesidades de un ciclista son diferentes en función de su ruta, itinerario y motivación. No es lo mismo usar la bicicleta para pasear que para competir y no necesitaremos lo mismo para entrenar que para participar en una contra-reloj. La clave está en la personalización de bicicletas, una opción cada vez más demanda por los ciclistas y que exige respuestas y soluciones de nivel.

¿Existe la bicicleta perfecta?

Probablemente, no. No porque lo que para alguien es ideal para otro puede ser nefasto. Y lo que puede suponer la victoria para un corredor puede degenerar en la derrota de otra. Para gustos, los colores. Y en la paleta de las bicicletas encontraremos una increíble gama, con un número ilimitado de combinaciones posibles. Por ello, la personalización de bicicletas es lo que más puede acercarnos a la bici perfecta.

Por ejemplo, hay quien prioriza que la bicicleta pese poco, mientras que otros lo primero que miran es que el manillar sea cómodo y que se ajuste a su fisonomía. Escoger entre mil modelos de sillín o entre pedales clásicos o innovadores, puede ser otro dilema. Y, si hablamos de marcas, esto sí que puede ser todo un problema. Y es que es muy corriente escuchar a ciclistas alabando las aportaciones de una marca determinada, para después criticar ferozmente algunos de sus modelos. Y cuando les preguntas, las explicaciones derivan hacia intensos debates sobre el funcionamiento y la eficacia, precios razonablemente desorbitados o directamente disparatados, o la conveniencia del carbono frente aluminio o a la inversa. En fin, … cuestiones difíciles para satisfacer a todos.

¿Qué me puede ofrecer la personalización de bicicletas?

Según los más forofos, nos permite crear auténticas obras de arte a medida, únicas y exclusivas, hechas a nuestro gusto y adaptadas a nuestras más profundas necesidades. Incluso, hay empresas que comercializan ediciones limitas de las versiones más solicitadas por los usuarios. Pero, en general, su principal valor es que ofrecen una bicicleta diferente y única a cada corredor.

Las empresas más competitivas saben que aquí hay un auténtico filón, así que han decido poner toda la carne en el asador y apostar por la personalización de bicicletas como su auténtica ventaja competitiva. Por ejemplo, disponen de un equipo de diseño dedicado exclusivamente a escuchar las peticiones de los clientes y trabajan hasta dar con el modelo exacto que busca o necesita. Desde los colores hasta la aceleración, pasando por la talla, el material, los elementos aerodinámicos o el diseño de las ruedas.

Lo importante aquí es que el equipo que atienda la petición sea profesional y sepa de lo que le estamos hablando. Es decir, que cuando midamos la talla tengamos en cuenta tanto la longitud de las piernas como la del tronco y determinemos un modelo que se adapte a estas características concretas. Desde luego las combinaciones son infinitas. Por otro lado, su fabricación y puesta a disposición del cliente no tiene por qué dilatarse en el tiempo. Si se dedican realmente a la personalización de bicicletas de manera profesional, el pedido debe estar disponible en un tiempo razonable. Y, en cuanto al precio, también puede ser un argumento a la hora de decidirnos por unos u otros componentes.

Tipos de personalización de bicicletas.

Evidentemente, el mercado está lleno de empresas de este tipo y de diferentes maneras de trabajar. Hay quien ofrece personalización propia, asistida o mecánica, en función del grado de asistencia profesional que requiera el proceso. Otros ponen a disposición de los usuarios programas para personalizar su bici. Y los hay que también sugieren posibilidades concretas de modificación sobre modelos preconcebidos, como espaciadores de cambio especiales, instalación de termómetro en el amortiguador, dirección ajustable o tensores y cableados a medida.

Nosotros te sugerimos que busques toda la información posible antes de decidirte. Investiga a fondo el mercado de la personalización de bicicletas e, incluso, consulta con buenos profesionales antes de lanzarte a comprar. Una buena bicicleta ya supone un gasto importante pero si, además, optas por personalizarla, debes planteártelo como una inversión de bajo riesgo. Así que, tómate tu tiempo antes de decidirte y opta, siempre, por empresas solventes y con experiencia.