Qué es y para qué se utiliza una lanza térmica

Se le llama lanza térmica, o lanza de oxígeno, de fusión o a secas, «barra quemante». Se trata de una herramienta utilizada principalmente en demoliciones y cerrajería, y que puede derretir el acero, capaz de penetrar en el material debido a la altísima temperatura que alcanza. Por si fuera poco, la lanza térmica puede trabajar bajo el agua. Su uso para perforar fue inventado en Francia en los años 30, allí fue muy utilizada en la Segunda Guerra Mundial para destruir construcciones de metal, búnkeres, etc. No hay que fiarse de lo que se ve sobre ella en el cine, ya que se exageran en él sus capacidades. A pesar de todo, es una herramienta que con gran potencia puede penetrar en la mayoría de los materiales imaginables.

Ésta consiste en un tubo de hierro con un diámetro y longitud exactos para cada uso, aunque las medidas aproximadas se encuentran entre 15 y 25 mm de diámetro de espesor por la enorme cantidad de oxígeno que se necesita. La longitud dependerá del espacio en el que disponga pero se recomienda una gran longitud. El interior del tubo está lleno de varillas de hierro enriquecido con magnesio o silicio, se conecta un extremo de la lanza a una bombona de oxígeno, se calienta la otra punta con un soplete y cuando se alcanza la temperatura requerida, se abre el oxígeno con un caudal que no supera los 7kg/cm2. Una vez ha empezado la ignición, la temperatura oscilará entre los 4000 y 5000ºC. La lanza además posee una válvula en el soporte de cobre que permite a la persona que lo utilice su cierre o el paso del oxígeno según la tarea. El soplete utilizado es oxiacetilénico. También se puede realizar con un tubo de plástico flexible trenzado de alambre.

Hay que destacar que no es lo mismo la lanza térmica que el soplete, el soplete corta por oxidación ultra rápida y no puede destruir materiales como acero inoxidable o manganeso. La lanza es mucho más demoledora, con una temperatura extrema y de destrucción casi ilimitada (capaz de perforar hormigón) y siendo capaz de operar bajo el agua. La Nasa emplea la lanza para cortar planchas protectoras anticalóricas que se usan en naves espaciales. Sin embargo, la lanza no destruye todos los materiales, el óxido de alúmina o corindón resiste a su ataque.

Cerrajeros y artesanos pueden trabajar también con lanzas térmicas como un método que les supone ahorro en tiempo y coste, debido al uso de oxígeno y que no se utiliza combustibles caros. Para utilizar una lanza térmica, es necesario usar un equipo de protección personal, compuesto de chaqueta y pantalón de cuero, guantes, capucha, etc. Además se recomienda incorporar al equipo válvulas antirretroceso de flujo y bloqueadores de llama.

La lanza térmica puede atravesar en cinco segundos unos 25 mm de acero, en 2,5 minutos podría atravesar una cantidad de 250 mm de hormigón. La ventaja de utilizar esta herramienta es el desarme y corte de materiales con un mismo material, es silencioso, no tiene vibraciones ni efectos mecánicos, crea pocos escombros, y es rápida al operarla. Los inconvenientes estarían en los problemas relacionados con el uso de oxígeno, la compleja protección al operario que lo maneja, el humo que expulsa, la energía que irradia, y la necesidad de ser un profesional que conozca la técnica y la herramienta para poder llevarla de un modo adecuado. Por desgracia todavía existen personas que utilizan esta herramienta para fines delictivos, en esos casos se recomienda utilizar en las cajas fuertes algunos materiales y cerciorarse de poseer los certificados adecuados para su protección.