¿Qué hace Google con nuestros datos?

Si te preocupa qué pasa con tus datos en la red, debes poner el foco en Google y la privacidad en internet. El motivo es que el buscador tiene acceso a un volumen tal de información sobre nosotros, que no somos conscientes del poder que le otorgamos. Cuando aceptamos su política de privacidad, la mayoría de las veces sin leerla, le estamos dando permiso para hacer con nuestros datos casi cualquier cosa.

En principio, podemos verlo por el lado bueno. Esa información hace que Google nos ofrezca contenidos personalizados. De hecho, casi se avanza a nuestras voluntades a la hora de ofrecernos los servicios. Sin embargo, la publicidad es su principal fuente de beneficios y es precisamente a eso a lo que destinada nuestros datos privados.

Esa información es la base de su negocio: recopila, organiza y segmenta los datos de tal manera que los anunciantes pagan millones por ella. Es decir, Google usa el llamado Big Data y le da un uso comercial tan exhaustivo que le reporta miles de millones de beneficio.

¿De dónde saca Google la información?

Es una cuestión relevante, en el caso de Google y la privacidad en internet.

Por un lado, están los datos que facilitamos al registrarnos en cualquiera de sus servicios: Gmail, Google Drive, Google MyBusiness, etc. Es decir, números de teléfono, correos electrónicos, edad y otros datos personales.

Por otro, está la información que generamos con el uso de sus servicios: búsquedas, intereses, ubicación, cookies, contactos, llamadas, etc. Por ejemplo, puede saber muchas cosas a través de los correos que enviamos o recibimos en Gmail y sabe muy bien cómo usar esa información.

Aunque casi nadie lee las condiciones de privacidad antes de aceptarlas, lo cierto es que, si las leyéramos, tampoco sacaríamos mucho más en claro. Y es que el texto es tan ambiguo que, al aceptarlo, abrimos la puerta a que use toda esa información cedida como mejor le parezca.

De esta manera, Google construye un perfil de cada uno de nosotros en base a esa información. Compara y cruza los datos que obtiene de cada una de sus plataformas y construye un buyer persona o consumidor tipo de cada uno de nosotros. Evidentemente, esa información es oro para los anunciantes y la pagan como tal.

¿Qué hace Google con nuestros datos?

El problema es que Google nos vende esta realidad como una gran ventaja para los usuarios: mejora nuestra experiencia en internet, se adapta y adelanta a nuestros gustos e inquietudes, etc. Sin embargo, este servicio supuestamente gratuito lo estamos recibiendo a cambio de nuestro derecho a la intimidad. Si no ¿de qué iba a vivir el buscador?

Por otro lado, en Europa no está permitido comercializar con los daros de los usuarios. Pero, en su política de privacidad, aceptamos que los trate en servidores que estén en otro país distinto al nuestro. Y, eso, es precisamente lo que hace: Google cede nuestra información a sus filiales en Estados Unidos, donde sí puede venderlos legalmente con fines comerciales. Este es, precisamente, el problema que nos plantea Google y la privacidad en internet.

¿Cómo podemos proteger mejor nuestra privacidad?

Como consultor web con casi 20 años de experiencia, sé que este es un problema que preocupa a muchos usuarios de internet. De hecho, ya existen movimientos a muchos niveles que trabajan para romper la vinculación extrema entre internet y los fines comerciales.

Por esta razón, voy a facilitaros algunos trucos para intentar huir de los fines comerciales de Google:

  • Usa herramientas para bloquear anuncios: por ejemplo, Adblock Plus es una extensión de los navegadores más usados que nos permite bloquear todos los anuncios molestos. Esos que aparecen en YouTube, en Facebook, las ventanas emergentes, los banners…
  • Utiliza navegadores alternativos que nos permiten hacer búsquedas anónimas y privadas: no hay que pasar necesariamente por Google. Hay otras opciones más respetuosas con nuestra privacidad, como DuckDuckGo o Startpage by ixquick.
  • Configura bien tu privacidad: cambia los parámetros preestablecidos por otros personalizados, que te sirvan para conseguir un nivel más alto de protección de tus datos y de seguridad.