Cómo hacer un buzoneo efectivo

Si hablamos de marketing directo, probablemente enseguida se nos viene a la cabeza el buzoneo. Se trata de una acción publicitaria que consiste en hacer llegar las campañas de una marca, producto o servicio hasta las casas de su público objetivo. Su principal ventaja es que nos permite captar nuevos clientes, fidelizar a los que ya tenemos y darnos a conocer.

Si por algo destaca el buzoneo es por su bajo coste, por sus amplias posibilidades en cuanto a formato y diseño y porque permite segmentar al público por su ubicación, ya sean ciudades, barrios, zonas o bloques de viviendas. Pero, presenta otras ventajas adicionales que vamos a detallar a continuación.

¿Qué aporta el buzoneo a las campañas de una empresa?

La principal ventaja es que se distribuye un producto tangible que llega a las manos del cliente potencial y que puede conservar para cuando la necesite. Puede llegar un público muy numeroso que, por diferentes motivos, nos interesa que nos conozca. Por ejemplo, si inauguramos un nuevo comercio o restaurante podemos enviar flyers a los vecinos del barrio invitándolos a la apertura o con una promoción de lanzamiento. Esta herramienta de marketing directo es poderosa y muy efectiva, además de ofrecer una cobertura amplia.

También es muy recomendable porque nos permite adaptar el formato y el mensaje a cualquier negocio o servicio. Las posibilidades creativas en cuando al diseño y soporte son infinitas, por lo que es mucho más fácil llamar la atención del receptor.

Por otro lado, podemos usar el buzoneo  como sistema para mejorar nuestra comunicación digital. Por ejemplo, enviando cupones o descuentos que se activan cuando el cliente se registra en un formulario web.

Para ser honestos, también existen algunas desventajas en este campo. Por ejemplo, que el receptor tire la publicidad al abrir el buzón o que éste sea demasiado pequeño y no quepa nuestro soporte. Sin embargo, la experiencia demuestra que son factores poco determinantes, ya que a pesar de ellos, el buzoneo sigue siendo una acción publicitaria directa muy efectiva. Y parte de su éxito reside en su variedad de formatos publicitarios que acepta.

Principales formatos publicitarios para el buzoneo.

Son muchos y todos tienen su razón de ser. Los tradicionales ya los conocemos todos, aunque hay que decir que también van evolucionando en formato y diseño:

Flyers Dípticos Trípticos Catálogos Folletos Revistas, etc.

Pero hay otros que son mucho más creativos y que cada vez son más habituales en las campañas de buzoneo. Tienen su razón de ser en que sorprenden al destinatario por su novedad, su originalidad y por los lugares donde son depositados:

Poming: son colgadores personalizados que se depositan en los pomos de las puertas de las viviendas. Perching: mensajes publicitarios que se cuelgan, por ejemplo, de los retrovisores de los coches. Stoppers: pieza publicitaria cuyo formato permite colgarlos de los buzones, dejando una parte dentro y otra fuera. Felpuding: formatos publicitarios que se depositan sobre el felpudo que hay a la entrada de las viviendas.

Extras para un buzoneo todavía más efectivo.

Pero, innovaciones aparte, el buzoneo tradicional sigue ofreciéndonos fórmulas extraordinarias para llegar al corazón de nuestros clientes potenciales. Están destinadas a crear con ellos un vínculo emocional y, desde luego, a impactar en su memoria para que nos recuerden:

Envío de muestras de producto: desde probadores de perfume, hasta bolsitas con una dosis de detergente, pasando por muestras de tejidos, catas de producto, etc. Si el buzoneo pone el mensaje directamente en las manos del destinatario, ¿por qué no invitarlo a que nos pruebe, nos huela, nos toque o nos deguste? Pocas acciones publicitarias son capaces de conseguir eso, así que hay que aprovecharlo al máximo. Personalización del mensaje: es mucho más eficaz de lo que podemos pensar. Al receptor le gusta saber cómo somos, además de conocer lo que vendemos. Por eso, es recomendable usar imágenes propias de nuestro negocio, contarles brevemente nuestra historia y cómo hemos llegado hasta aquí. Humanizar el mensaje es importante. Incluir testimonios de otros clientes: personas satisfechas que avalan la calidad de nuestro producto o servicio. No se lo contamos nosotros, lo cuentan ellos. Son experiencias que relatan cómo hemos satisfecho una necesidad o lo bien que hemos funcionado.