Seguro que en más de una ocasión te has preguntado para qué sirve un logotipo. Lo primero que hay que tener claro es que la identidad visual es un factor clave en el desarrollo de cualquier proyecto, ya que la imagen es lo que le da significado a tu marca. Por este motivo, su construcción o su creación debe ser cuidadosa y profesional, respondiendo a lo que define y significa tu marca.
Sabemos que una marca es algo intangible, que no se puede tocar. Pero si le otorgamos una identidad visual podremos verla, comprenderla y, lo que más nos interesa, recordarla. Por eso mismo, un logotipo es el vehículo que nos permite transmitir nuestros valores y objetivos al receptor, que es quien debe percibirla.
Las funciones de un logotipo.
El logotipo es la expresión gráfica que representa a nuestra marca. Es el mensaje que recibirá el receptor respecto a los valores y la filosofía de nuestros productos o servicios y debe hacerlo de una manera atractiva, sencilla, sugerente. Ayudará a reconocer nuestra marca o nuestra empresa y nos diferenciará del resto, sobre todo de la competencia.
Un buen ejemplo lo podemos ver estos días, a raíz de la polémica suscitada por una empresa de móviles que se publicitaba como la primera marca de telefonía extremeña de alta tecnología. Finalmente, parece que la tecnología no era local, sino recién llegada de China y comercializada por una empresa española. Pero, independientemente de este fiasco, la empresa escogió como logo una bellota mordida, emulando la manzana de Apple. El objetivo era evocar las ventajas competitivas de la tecnología sobradamente conocida del Iphone, poniendo en valor, además, el hecho de ser un producto fabricado en España.
Aunque luego ha resultado ser una estafa, el planteamiento del logotipo nos parece excepcional. De esta manera, queda demostrado todo lo que es capaz de transmitir un logotipo. De hecho, la imagen corporativa, en general, y el logotipo, en particular, serán los responsables de transmitir una imagen profesional y seria y permitirán que nuestro negocio sea valorado socialmente. El logotipo, en resumen, nos ayudará a posicionar nuestra marca en el mercado.
¿Qué requisitos debe cumplir un buen logotipo?
En general, hay algunas características que son aplicables al diseño de logotipos. En nuestro caso, siempre recomendamos seguir estos parámetros a la hora de diseñarlo:
Sencillez: huir de diseños complejos y recargados. Es decir, que se construya a base de formas, líneas y tipografía sencillas, combinadas con creatividad. Los colores, que deben responder a nuestra imagen corporativa, y la sencillez facilitarán que la imagen sea recordada.
Coherencia: También debe estar acorde con los valores de nuestra empresa. Por eso, hay que dedicar algún tiempo a definir lo que somos, para qué servimos y a quien nos dirigimos. Un logotipo habla por sí solo de nuestra marca o de nuestra empresa, por lo que debe ser adecuado y congruente con lo que representa.
Estética: un logotipo siempre debe ser atractivo, impactante, sugerente, claro, preciso… Buscamos que el receptor lo recuerde fácilmente y las imágenes agradables, bonitas y alegres son más fáciles de retener y pueden decantar una elección a nuestro favor en cualquier momento.
Versatilidad: el logo debe adaptarse a diferentes formatos, tamaños, escenarios y situaciones. Nos representará en espacios físicos y digitales, en interiores y exteriores, en pequeñas tarjetas de visitas y en grandes pantallas.
Singularidad: nunca debes imitar a la competencia, porque debe captar, representar y mostrar la esencia de tu marca, que es única. Además, es el elemento que te diferenciará de tus semejantes, con lo cual no nos valen las imitaciones. Siempre debe aportar algo más que el resto.
Busca un diseño gráfico inteligente.
Nuestro consejo es que recurras a profesionales en diseño gráfico para crear tu logotipo. Ellos te ayudarán a detectar las necesidades y aspiraciones de tu marca y transformarán esa información en una imagen gráfica.
Por otro lado, ten en cuenta que la representación gráfica de una marca debe estar también en consonancia con las características del público al que se dirige. Por eso, hay que dibujar el perfil de nuestros consumidores: edad, estatus, género, nivel educativo… De esta manera, facilitaremos que el mensaje llegue a quien nos interesa.
Un profesional tendrá en cuenta todos estos factores y trabajará para hacer un diseño inteligente que identifique e impulse tu marca.