¿Qué es un guardabicis?

El uso de la bicicleta como vehículo se está generalizando cada vez más. La profusión de carriles bici en buena parte de las grandes ciudades es un factor a tener en cuenta. Un transporte saludable, ecológico y más que recomendable son los tres factores que nos llevan a usar nuestra bicicleta para movernos por nuestra ciudad. Pero la gran pregunta es ¿Dónde dejo la bici para evitar que me la roben?

¿Sabes qué es un guardabicis?

La respuesta es: en un guardabicis. Es curioso que a los mismos que promueven la construcción de los antedichos carriles no se les haya ocurrido ofrecer este tipo de servicio tan generalizado en países como Holanda. Un guardabicis, como indica su nombre, es un edificio, área, zona, anclaje o lugar en el que aparcar su bici sin temor a que le pase nada.  A continuación intentaremos glosar las virtudes de unos productos, o espacios, que ayudan tanto al dueño de la bicicleta como al resto de personas a que su experiencia sea lo más normal posible.

Guardabicis en el exterior


En varios países de Europa el uso de guardabicis está más que generalizado. En los Países Bajos, por poner un ejemplo, existen verdaderos parkings, automatizados o no, para dejar su bicicleta a buen recaudo y por una módica cantidad. En España, de momento, tenemos que seguir usando el clásico candado y cruzar los dedos para no encontrarnos sin bicicleta.

 Guardabicis en el interior de un edificio


Como venimos comentando, dejar una bicicleta a la intemperie es un acto de valentía que no todos estamos dispuesto a cometer. Pero el problema de aparcar la bicicleta también afecta a nuestra propia casa o edificio. ¿Dónde dejo la bicicleta? ¿Qué hago si mi edificio no tiene garaje?

Aunque ya se venden bicicletas plegables que facilitan su transporte hasta su casa; nunca faltará el clásico vecino que se queje de que sube en el ascensor con sus dos ruedas. Para este tipo de problemática se inventaron los guardabicis.

Aunque los hay de muchos modelos, como veremos a continuación, uno de los más básicos consiste en una barra vertical con dos anclajes. Esta barra se puede colocar en cualquier zona que no sea de paso y permitiría el aparcamiento de varias bicicletas en un espacio pequeño. Suele ser una solución factible, duradera y económica que no provoca las iras de los vecinos más quisquillosos de la comunidad.

Si el edificio tiene garaje se podría optar también por un sistema con capota. El mismo tiene una barra clásica a la que se engancha la bicicleta pero una capota de un material resistente podría cubrir, de forma hermética, el contenido de esta práctica solución a este problema. Esta modalidad de guardabicis se usa también en el exterior en países del norte de Europa en los que el frío puede afectar a las bicicletas. Los mismos funcionan con tarjetas o monedas, como veremos más adelante, este puede ser un nicho de mercado más que interesante para futuros emprendedores.

El futuro del guardabicis


Lo que parece evidente es que ni la persona que disfruta de su bicicleta tiene que correr el riesgo de quedarse sin ella por falta de seguridad, ni la comunidad de vecinos, o los contribuyentes, tienen que alterar su rutina diaria por esta circunstancia.

En el mercado existe una serie de guardabicis que se amoldan a todo tipo de espacios y que ofrecen resultados más que interesantes para todos los bolsillos. Ya que los ayuntamientos y las instituciones parecen estar apostando por tan ecológico medio de transporte, parecería lógico que nos fuéramos concienciando de que tenemos que comenzar a encontrar un sitio para guardar las bicicletas que ofrezca las garantías necesarias a sus dueños y que no alteren demasiado ni el entorno, ni las costumbres del resto de vecinos del inmueble.

Es más, este sector del mercado parece destinado a ser uno de los que más triunfe en este año por lo que habrá que estar atentos a la evolución de unos productos que, dentro de poco, serán protagonistas de nuestras calles y edificios. Gracias a su versatilidad, no nos cabe duda de que este producto será uno de los más vendidos en cuanto nos concienciemos de su importancia y de su valor en una sociedad que apostará, cada vez más, por la bicicleta como medio de transporte del futuro.