¿Por qué debes tener una app de tu eCommerce?

España ocupa el quinto lugar a nivel mundial en comercio electrónico, lo que nos obliga a ser competitivosy tener las mejores agencia de ecommerce. Probablemente no lo sabes, o no eres del todo consciente pero la mayoría de nosotros accedemos a la red casi todo el tiempo desde nuestros dispositivos móviles, dejando de lado el ordenador portátil o de mesa. Por eso, hay que crear herramientas para facilitar el acceso de los usuarios a nuestros productos o servicios y ponérselo fácil. Es decir, proporcionarles una experiencia de navegación agradable y facilitar el proceso de compra de nuestros productos o servicios. Si tienes un eCommerce, el desarrollo de una aplicación te puede conducir al éxito.

Esta afirmación se basa en que hay estudios que confirman que el 60 % de los usuarios que compran a través de dispositivos móviles prefiere hacerlo a través de aplicaciones. Y, si eso es lo que le gusta a la inmensa mayoría de nuestros clientes potenciales, no hay duda de que habrá que proporcionárselo.

Pon una aplicación en tu eCommerce y amplía sin esfuerzo tu negocio

Solo en nuestro país, los internautas descargamos más de 4 millones de aplicaciones cada día en nuestros teléfonos móviles o en nuestras tabletas. ¡Como lo oyes! Además, casi todo el tiempo que estamos conectados a internet navegamos en diferentes aplicaciones. Solo tienes que pensar las que gastas tú un día cualquiera para enviar mensajes instantáneos, leer periódicos, acceder a redes sociales, consultar el tiempo climatológico, etc. ¡Todo son aplicaciones!

Así que, ante esta evidente realidad, ya no hay dudas al respecto. Si tienes un eCommerce debes desarrollar una aplicación para dar un servicio eficaz y mejorar la comunicación con los usuarios. Ya sean clientes habituales o potenciales. Tu volumen de ventas confirmará en breve que la decisión ha sido acertada.

Beneficios de tener una app en tu eCommerce

Son muchos y de muy distinta naturaleza. Pero, intentaremos exponer aquí los más importantes.

Establecerás nuevos y mejores vínculos con los usuarios. A través de la app tendrás acceso directo al móvil de tu cliente, te comunicarás directamente con él a través del envío de notificaciones que le llegarán en forma de alertas. Podrás interactuar con él ya que conocerás su ubicación geográfica y datos de su perfil, que te permitirán personalizar los mensajes, las ofertas, las promociones, etc. Le ofrecerás justo lo que necesita y esto ayudará mucho en la decisión y en el proceso de compra. Por su parte, los usuarios te verán como una empresa sólida, seria y moderna.

Una aplicación mejorará el posicionamiento en buscadores de tu eCommerce, aumentando la visibilidad de tu negocio y facilitando el acceso y la fidelización de clientes. Y si la integras con los perfiles de tu negocio en las redes sociales, verás cómo aumenta el tráfico de visitas.

Mejorarás la experiencia de navegación de los usuarios, ya que una app carga mucho más rápido que una web y es más sencilla e intuitiva. Tu diseñarás el menú para hacerlo más directo y atractivo y crearás los itinerarios para llevar a los usuarios exactamente donde te interesa. Cuando hagas cambios en tu tienda online, se actualizarán automáticamente en la aplicación. Es el caso de la inclusión de productos nuevos, promociones, etc.

¿Cómo funciona una app en un eCommerce?

Si tu web está adaptada a dispositivos móviles, es decir, si es responsive, el funcionamiento de la aplicación será muy parecido. Se creará, precisamente, a partir del sitio web de tu tienda online pero incorporará un menú a base de iconos y la podrás gestionar desde un panel de control.

Así mismo, tendrás la opción de incorporar distintos idiomas, igual que en la web. Y podremos enviar notificaciones push cuando queramos comunicar algo a los usuarios. Es una vía magnífica para mantener una comunicación constante con ellos.

Y, no te preocupes porque la inversión no debe ser, en principio, muy alta. Calcula que deberás invertir sobre un 1% de los ingresos en el desarrollo de una aplicación para tu eCommerce. Es decir, que no supone un desembolso prohibitivo, sino más bien proporcional. Y, sobre todo, piensa en la rentabilidad que te proporcionará el uso de esta herramienta.