¿Que son los riegos solares?

¿Tienes campos de cultivos en zonas aisladas y llevar hasta allí el riego es todo un problema? ¿Quieres dotar tu explotación ganadera o tu granja de sistemas productivos de carácter ecológico? ¿Transportar gasóleo hasta tu granja urbana encarece los procesos? Si cualquiera de estos supuestos supone para ti un problema, creo que podemos ofrecerte una solución: el riego solar.


Se trata de un sistema que el agua a explotaciones agrícolas y ganaderas a partir de la energía solar. No necesita petróleo ni otros combustibles, ni tampoco electricidad. Se plantea como una buena opción para dotar de riego zonas mal comunicadas y donde, por ejemplo, no llega el suministro eléctrico. El riego solar es eficiente y ecológico como pocos.

¿Qué necesito para instalar el riego solar?

Necesitamos, sobre todo, dos recursos básicos: agua y sol. Partimos de que sin ellos, este sistema no tiene razón de ser.

Y, por descontado, el agua tiene que ser abundante y suficiente para cubrir nuestras necesidades. Por eso, hay que calcular exactamente los recursos que necesitamos en función del destino de los mismos. Para ello, hay que calcular los consumos típicos de cada variante:

  • 400 litros por persona en los humanos
  • 150 litros por cada árbol frutal
  • 60 hectómetros por hectárea para una granja suburbana.
  • Si se trata de una explotación animal, el consumo calculado en litros por cabeza es:
  • 0’23 para los pollos
  • 8 litros para las ovejas y las cabras
  • 20 para los cerdos y los novillos
  • 23 litros para los burros
  • 45 litros para los bovinos
  • 50 litros para los caballos
  • 57 litros para las vacas.

Esto nos ayudará en los cálculos previos y nos permitirá hacer una buena previsión. De hecho, conviene identificar el caudal necesario, elegir el sistema de riego solarque queremos y considerar las pérdidas de caudal a la hora de sopesar la potencia que necesitaremos. Con todo, lo aconsejable es recurrir a empresas o profesionales acreditados que nos ayudarán a decidirnos por un sistema en función de nuestras necesidades.

¿Por qué recurrir al riego solar?

Sobre todo, porque la temporada en la que hay mayor demanda de agua es, precisamente, la de mayor radiación solar. Es decir, estamos hablando de la confluencia de los dos recursos necesarios para implantar este sistema, combinando además criterios de oferta y demanda. Ello hace que sea una opción positiva y que debemos plantearnos seriamente.

La energía del sol es la fuente principal que hace funcionar el sistema de riego solar. Atrás quedan otros combustibles más contaminantes o energías que, como la eléctrica, requiere de una cierta infraestructura mínima. Además, si queremos asegurarnos un flujo constante de energía, podemos complementar el sistema de riego solar con unas baterías que acumulen radiación y la distribuyan de manera constante y regular.

Estamos hablando, además de un sistema totalmente ecológico y limpio, sin residuos ni materiales contaminantes. El sol y la radiación solar nunca se agotan y sus usos son muy variados y eficaces. Los expertos aseguran que, si instalamos un sistema de riego solar, recuperaremos la inversión en menos de 4 años. Si esto es así, podemos decir que se trata de una opción rentable. Sobre todo si la comparamos con el precio de otros combustibles.

De otro lado, el riego a demanda nos permite aumentar la productividad de los cultivos ya que ampliamos las campañas de los cultivos. Este sistema llega donde otras fuentes de energía no lo hacen, a lugares aislados, remotos y mal comunicados. Por otra parte, la vida útil del riego solar es larga y requiere un mantenimiento fácil. Y, por supuesto, se aprovecha de la tecnología ya que lo podemos programar, decidir cuando queremos que arranque o pare y que nos calcule, además, las horas de uso y el caudal suministrado.

Y, si queremos, podemos complementarlo con un sistema de recogida y almacenamiento de agua de lluvia, que aún lo hará más ecológico y rentable.